La casa más bella del mundo
por Victor Imre Ebergenyi Kelly @victorebergenyi
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En 1989, cuatro años después de que yo naciera, el arquitecto y autor Witold Rybczynski daba respuesta a una de las preguntas más complejas del mundo de la arquitectura: ¿cuál es la casa más bella del mundo? A través de la experiencia de diseñar su casa, el arquitecto recorre los diferentes procesos por los que pasa uno cuando diseña una casa, más cuando uno diseña su propia casa.
Derivado de esta lectura, la cual hice a inicios de mi formación profesional como arquitecto, surgió en mi la necesidad de imaginar y diseñar "mi casa ideal". Acompañado de mi bitácora (a veces ipad) y las correspondientes herramientas para dibujar, he skecheado algunas ideas. El terreno se ha modificado, las medidas se han ajustado, el programa ha evolucionado, pero cuando tengo un rato libre, echo la cabeza a volar e imagino como sería este hogar.
Los invito a acompañarme en un recorrido que no tiene un inicio o final definido, pero mucho proceso que me ha enriquecido.

La Primera Idea.
Desde la primera idea, aun sin terreno definido, se sentaron las bases que seguirán definidiendo el proyecto: poca huella de desplante, estructura sencilla, ventilación e iluminación natural, metros cuadrados indispensables.




El terreno.
A partir de este punto empezamos a jugar con la premisa de un terreno de 10m de frente por 22m de fondo, que es una medida estandard de algunos terrenos en Cancún, y complementamos con unas restricciones constructivas (5m al frente y 3m al fondo). Estas reglas, más que limitar el proyecto lo orientaron en una dirección en donde pudo avanzar con mayor libertad.


La Estructura.
En las primeras ideas había divagado sobre la estructura y su repercusión en el proyecto. En esta nueva etapa, nace la idea de que la estructura defina y contenga el proyecto completo.





El sueño sigue construyéndose.
Una idea primigenia evoluciona con lo aprendido. De momento no hemos puesto la primera piedra y las ideas siguen brotando, sin embargo todas estas ideas vienen complementadas con la experiencia. Creo entender lo que decía Witold, la casa más bella del mundo es la que construye uno mismo.
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